Preferentemente en escenarios al aire libre, la ciudad se convirtió en un polo de evento de la música electrónica. Artistas internacionales y fervor nacional.
La generosa geografía natural de Mar del Plata más la pasión del público nacional -que suele darse cita en ésta época del año en la ciudad-, convirtieron a la ciudad desde hace unos años en un gran escenario para las fiestas electrónicas.
A nivel mundial, la música electrónica -en todos sus subgéneros- no detiene su crecimiento y se siguen suman a los “line ups” de los grandes festivales musicales como Lollapalooza o Cosquín Rock.
En lo que va de este año, ya llegaron artistas como Tales of Us (que habían tocado previamente en Punta del Este) y Sasha&John Degweed, en un cartel que contemplará más presencias internacionales para lo que resta del verano.
El fenómeno se debe, en parte, al “gran escenario natural que tenemos, a metros de La Restinga, y después al furor del público argentino. De eso dan fe todos los músicos que vienen al pais”, explicó uno de los propietarios de Mute, Matias Iriarte. El fenómeno se traduce en números: durante los dos primeros sábados de enero convocaron a 10 mil asistentes cada noche.
De hecho, ese club de mar fue reconocido el año pasado como uno de los mejores internacionales de la escena electrónica, junto al hotel Ushuaia de Ibiza, por la revista DJ Award.
“Mar del Plata es un gran escenario convocante, porque viene gente de todo el país e incluso de todo el mundo. Por eso decidimos, este año, debutar con la gran fiesta Brutal”, señalaron desde Helena Beach.
Artistas como “Tale of Us” pasaron por Mar del Plata.
Diversidad
El crecimiento del mundo electrónico es tal que hasta provocó la diversificación del negocio, ya que a los productores, estudios de grabación y recitales se sumaron los viajes.
Así, este año, Despegar promociona paquetes para venir a Mar del Plata con alojamiento, esparcimiento, días de playa y entradas para los shows en Mute. “Eso es producto de la convocatoria”, detalló Iriarte, que detalló que los valores de las entradas “varían de acuerdo al día y de los artistas, pero parten de los mil pesos”. Igual, debido a la gran demanda, los tickets se suelen comprar con bastante anticipación y en la puerta pueden llegar a triplicar el precio inicial.
Asimismo, muchas veces, a la escena musical electrónica se la relaciona directamente con la droga sintética o las famosas “pastis”. A entender de Iriarte, algo de “verdad hay en la relación, pero también siempre se relacionó al reggae con la marihuana, al rock con la cocaína y al boliche con el alcohol”.
Y, en ese sentido, advirtió que “también hubo sucesos trágicos, como Cromañon, y eso quedó asociado al rock. Pero no es siempre así, no tiene que ver con la droga”.
Una nueva arista del espectáculo se adueño de Mar del Plata, convocando a un público específico, que pueden dar forma a un recital al aire libre con 10 mil personas o más. La lista de artistas seguirá todo enero, tocando hasta el amanecer.